Cautos, bribones y tontos
DOI:
https://doi.org/10.33975/disuq.vol1n1.88Palavras-chave:
contrato social, racionalidad, egoísmo, tonto, interés socialResumo
El trabajo llama la atención sobre un problema poco atendido por los filósofos contractualistas el cual puede presentarse a manera de pregunta: ¿Cuál es la posición original de los individuos que pactan un acuerdo de fundación de la sociedad civilizada? Para efectos del presente trabajo recurriré a la propuesta de contrato social en De Cive (1642) y Leviathan de Thomas Hobbes (1651). El trabajo defenderá la tesis de que el camino sugerido por Hobbes apela a un recurso que, a pesar de ser presentado como de vital importancia en su teoría contractual, resulta inútil. Tal recurso es el que se refiere al pacto de sociedad. A pesar de que este paso fundamenta la vida civilizada finalmente es abandonado por el autor teniendo que recurrir a la fuerza coactiva del soberano para hacer cumplir lo prometido en el pacto. La razón es que los seres humanos son egoístas y tienden ineludiblemente a ser bribones: la fuerza coactiva del soberano tiene que corregir tales comportamientos. La conclusión que alcanzo a vislumbrar es que la mesa de negociación en la posición inicial sólo podría estar conformada por algunos individuos cautos, y, muchos bribones y tontos. Este conjunto de individuos con diferente percepción del significado del interés social justificaría el gran peso del argumento de la coacción gubernamental posterior al pacto de sociedad hobbesiano.